J siempre quiso trepar por aquella verja, subir hasta lo alto y mirar a la ciudad desde la distancia…saltar y dejar atrás.
Hay botellas rotas por el suelo, alfombra improvisada para el valiente. J toca la valla metálica, la acaricia con miedo y con deseo. Tan fácil. Tan alta.
M suspira, viendo como su amigo se aleja. Esta vez no puede acompañarle. Esta vez no saltará tras él. Esta vez, mirará a otro escapar. Camina en círculos, tarareando una melodía improvisada. Tan fácil. Tan sólo.