domingo, 6 de mayo de 2012

Me dices que no sabes nada de números, que lo importante es sentir el ritmo…y acerco el oído a tu pecho, recostando la cabeza con cuidado, para no molestar, y escuchar, escuchar, escuchar...
Si fuera buena en matemáticas sabría que me mientes. Y que todo esto no es más que un algoritmo voraz.  Sólo promesas.
Solución errónea.